El rey mudo

   Era algún año en algún sitio de algún planeta. Existía una nación, que era gobernada por un rey mudo, éste deseaba el poder desde que era niño. Su padre antes de morir, no deseaba que su hijo tomara el poder pues era mudo desde que nació; sin embargo al ser el único hijo varón por sucesión lineal ascendió al trono. –Es bien sabido que la política es labia total-

La nación era una nación con millones de habitantes, todos profesaban la misma religión, todos hablaban la misma lengua, había empresas, existían lugares de ocio, escuelas y todo eso. El rey anterior había tenido un reinado más o menos tranquilo pues, no había tenido tantos problemas con la sociedad, controló epidemias, instauró nuevas leyes igualitarias, contuvo invasiones de naciones extranjeras, logró distribuir la riqueza de manera equitativa.

Una vez que el rey mudo ascendió al poder; sus asesores le recomendaron seguir con lo que había hecho su padre, sin embargo el rey mudo quería realizar y alzar su propia gloria. No seguir con la de un rey difunto. El rey, ambicioso y a la vez cegado por el poder comenzó a ver una nación diferente. Así pues, comenzaron los cambios; primero decidió dividir la nación en provincias en función de la contribución tributaria a las cuentas de la nación, es decir las provincias que menos aportaran serían menos apoyadas, por lo que los más pobres comenzaron a tener problemas con recursos de apoyo; segundo decidió instaurar otra religión, en función según él de una voz que le hablaba desde niño y era su mejor amigo, por lo que instauró la religión de –Los creyentes de la voz-, levantó templos, creó la escuela para sacerdotes de dicha religión, pagó cien rupias por cada fiel que cambiara a la nueva religión; entonces comenzaron los problemas con los creyentes de la religión oficial y por parte del monarca de dicha iglesia; tercero decidió eliminar la lengua de la nación y enseñar sólo lenguaje gestual en las escuelas, poco a poco instauró políticas en las que las personas que hablaran serían multadas, posteriormente encarceladas y finalmente asesinadas; cuarto decidió instaurar una bandera nueva y un himno en su honor –Sin palabras-; quinto obligó  quemar los libros de historia, literatura y todo lo que él consideraba mancharía la gloria de su nueva nación; mandó llamar a todos los viejos escritores, historiadores, geógrafos y todo tipo de persona que tenía algún conocimiento sobre algo y obligó a cambiar lo anterior por algo nuevo; la lectura si estaba permitida, sin embargo no se podía hablar. Lo complicado era pasar de lenguaje antiguo a lenguaje gestual; sexto decidió eliminar al ejército por considerarlo una amenaza para su reinado, por lo que esos hombres fueron desterrados de la nación.

El rey mudo estaba contento con su nueva nación, como niño con juguete nuevo se sentía realizado. Era todo lo que él deseaba y no había más. Pero el gusto le duró poco, pues primero los pobres comenzaron a morir de hambre pues no tenían recursos para alimentos, algunos otros se fueron de la nación; posteriormente existió una guerra santa entre la religión antigua y los creyentes de la voz, los primeros cegados por su fe y los segundos cegados por la recompensa de la conversión. Quemaban templos unos a los otros, mataban sacerdotes, instauraban nuevos salmos y rezos gestuales en función de los caídos. A la par de este conflicto, la gente joven no sabía hablar; no tenían esa enseñanza. Sólo se comunicaban son lenguaje gestual, los mayores si sabían hablar pero por miedo no lo hacían; finalmente los desterrados se unieron a otra nación que aprovechó el conflicto para invadir a la nación del rey mudo.

La guerra llegó y la caída del rey mudo, buscó desesperado el apoyo de ciertos grupos pero éstos estaban ocupados en sus luchas internas, otros temerosos y otros tantos se unieron a las fuerzas externas para derrocarlo. El rey mudo estaba dispuesto a jugar su última carta, buscó reunirse con el rey de la nación extranjera; la finalidad sería un acuerdo y lograr mediar el conflicto –Politiquilla-. Sin embargo el rey extranjero usaba lenguaje verbal por lo que la comunicación fue imposible y al final el rey mudo terminó derrotado; sumergido en su poder. El rey extranjero anexó la nación del rey mudo a su nación, instauró su religión, su lengua, su historia, su gloria.

Jorge Mejía