Es doble moral el franelero, el que dice que trabaja honestamente y a la par te pone la cubeta en la calle, te amenaza si no le pagas para “cuidar” tu automóvil.
Es doble moral el oficinista que le paga, ése que trabaja en una empresa que presume “valores” y de responsabilidad social, se hace “amigo” del franelero y por detrás de la escena desearía que no estuviera allí, le conviene tenerlo de su lado pues no le queda de otra. Es doble moral la empresa de valores, se hace llamar así misma con el título de: “Mejor sitio para trabajar” pero explota al empleado, sólo deduce impuestos con las donaciones del producto de merma como táctica escurridiza, le importa un bledo lo social. Contratan jóvenes por contratos de un mes y no crear obligaciones con el empleado. Les interesa acaparar y acaparar, sus métricas son los ratios para la toma de decisión: razones financieras, análisis de ventas, tendencias y participaciones de mercado. Es doble moral el trabajador que bendice su trabajo, bendice sus pagos pero pretende trabajar haciendo nada. Son doble moral los jefes, los del corporativo que reciben salarios jugosos además de prestaciones de ofensa, recortando empleados pues aunque la situación es difícil, para ellos no. Son doble moral los accionistas, los que piden más y más, que el efecto cascada sobre la empresa es producir y vender más: producir, trabajar, y vender. Piden más y recortan más, pagan menos, explotan más. Es doble moral el director de la empresa, ése que presume de transparencia, pero presenta datos truqueados en la junta con los dueños. Es doble moral el dueño de la empresa, ése que a base de palabrería y política gana licitaciones a cambio de favores o compensaciones. Es doble moral el político que recibe, engaña con discursos a la gente y por detrás recibe favores y dinero. Es doble moral el equipo que trabaja para él, ésos que salieron de universidad y cumplen con su trabajo, fingen que no se dan cuenta al fin que piensan que no robando y no haciendo nada malo están bien mientras finjan demencia. Es doble moral el hijo del político –Hijo de papá-, ése que estudia en el extranjero y tiene el futuro asegurado, de vez en cuando se droga. Es doble moral el proveedor de la sustancia, ése que presume tener dinero y posición pero se dedica a algo que mata a miles. Es doble moral el sicario exmilitar, el que recibió entrenamiento para defender a su gente y ahora por unos pesos se dedica a decapitar. Es doble moral el sargento del ejército que presume de servir a la nación pero en operativos detienen arbitrariamente, golpeando y matando gente inocente. Es doble moral el soldado recién encuadrado, ése que sirve al sargento, tiene ilusión y acata todo; prefiere callar. Es doble moral el campesino que pasa por el lugar, ése que siembra hierba en sus parcelas, le pagan bien y no queda de otra pues no hay más trabajo. Es doble moral el hijo del campesino, ése que se fue de ilegal al país vecino, el mismo que dejó una mujer embarazada y familia; en el otro país ya tiene otra mujer, otra familia y otra vida. Es doble moral el restaurante donde trabaja, ése de las hamburguesas que engorda a la gente y ocasiona que tengan enfermedades. Es doble moral la persona que come en ese sitio, él se dedica a vender productos para bajar de peso a la gente. Es doble moral su producto, ése que sólo engaña, no reduce el de peso; sólo es un efecto placebo. Es doble moral la señora que consume esas pastillas, la misma que prohíbe a su hija comer chatarra aunque ella lo hace. Es doble moral el esposo republicano, ése que odia a los inmigrantes pero les paga diez dólares por podar el césped. Es doble moral el inmigrante que se casa sólo para obtener la nacionalidad. Es doble moral el otro inmigrante que se enlista en el ejército para obtener también la nacionalidad. Es doble moral el soldado enviado a matar gente inocente por el interés de los poderosos. Es doble moral ese soldado que es admirado por defender su bandera, toda su familia está orgullosa de él pero tortura gente en las cárceles. Es doble moral ese sacerdote enviado para bendecir a las tropas, el mismo que instiga el odio para la otra religión. Es doble moral su religión, la misma que ha ocultado abusos por siglos y pretende que todo siga igual. Es doble moral la religión contraria, ésa que obliga a la mujer a taparse, pero los altos gobernantes de éstas cuentan con una vida llena de placeres. Es doble moral el sacerdote que abusó de niños, el mismo que les dio el catecismo. Es doble moral la catequista, ésa que tiene prejuicio hacia muchos: homosexual, madre soltera, alcohólico, etc. Es doble moral el líder político de la religión contraria que es aceptado por los intereses petroleros y empresariales. Es doble moral el líder europeo que lo recibe en su país con falsedades e intereses. Es doble moral el partido de derecha, el mismo que vacila al pueblo con sentimientos nacionalistas baratos. Es doble moral el partido de izquierda, con sus discursos sobre los pobres y las minorías en busca del poder. Y mucho más.
Es doble moral el oficinista que le paga, ése que trabaja en una empresa que presume “valores” y de responsabilidad social, se hace “amigo” del franelero y por detrás de la escena desearía que no estuviera allí, le conviene tenerlo de su lado pues no le queda de otra. Es doble moral la empresa de valores, se hace llamar así misma con el título de: “Mejor sitio para trabajar” pero explota al empleado, sólo deduce impuestos con las donaciones del producto de merma como táctica escurridiza, le importa un bledo lo social. Contratan jóvenes por contratos de un mes y no crear obligaciones con el empleado. Les interesa acaparar y acaparar, sus métricas son los ratios para la toma de decisión: razones financieras, análisis de ventas, tendencias y participaciones de mercado. Es doble moral el trabajador que bendice su trabajo, bendice sus pagos pero pretende trabajar haciendo nada. Son doble moral los jefes, los del corporativo que reciben salarios jugosos además de prestaciones de ofensa, recortando empleados pues aunque la situación es difícil, para ellos no. Son doble moral los accionistas, los que piden más y más, que el efecto cascada sobre la empresa es producir y vender más: producir, trabajar, y vender. Piden más y recortan más, pagan menos, explotan más. Es doble moral el director de la empresa, ése que presume de transparencia, pero presenta datos truqueados en la junta con los dueños. Es doble moral el dueño de la empresa, ése que a base de palabrería y política gana licitaciones a cambio de favores o compensaciones. Es doble moral el político que recibe, engaña con discursos a la gente y por detrás recibe favores y dinero. Es doble moral el equipo que trabaja para él, ésos que salieron de universidad y cumplen con su trabajo, fingen que no se dan cuenta al fin que piensan que no robando y no haciendo nada malo están bien mientras finjan demencia. Es doble moral el hijo del político –Hijo de papá-, ése que estudia en el extranjero y tiene el futuro asegurado, de vez en cuando se droga. Es doble moral el proveedor de la sustancia, ése que presume tener dinero y posición pero se dedica a algo que mata a miles. Es doble moral el sicario exmilitar, el que recibió entrenamiento para defender a su gente y ahora por unos pesos se dedica a decapitar. Es doble moral el sargento del ejército que presume de servir a la nación pero en operativos detienen arbitrariamente, golpeando y matando gente inocente. Es doble moral el soldado recién encuadrado, ése que sirve al sargento, tiene ilusión y acata todo; prefiere callar. Es doble moral el campesino que pasa por el lugar, ése que siembra hierba en sus parcelas, le pagan bien y no queda de otra pues no hay más trabajo. Es doble moral el hijo del campesino, ése que se fue de ilegal al país vecino, el mismo que dejó una mujer embarazada y familia; en el otro país ya tiene otra mujer, otra familia y otra vida. Es doble moral el restaurante donde trabaja, ése de las hamburguesas que engorda a la gente y ocasiona que tengan enfermedades. Es doble moral la persona que come en ese sitio, él se dedica a vender productos para bajar de peso a la gente. Es doble moral su producto, ése que sólo engaña, no reduce el de peso; sólo es un efecto placebo. Es doble moral la señora que consume esas pastillas, la misma que prohíbe a su hija comer chatarra aunque ella lo hace. Es doble moral el esposo republicano, ése que odia a los inmigrantes pero les paga diez dólares por podar el césped. Es doble moral el inmigrante que se casa sólo para obtener la nacionalidad. Es doble moral el otro inmigrante que se enlista en el ejército para obtener también la nacionalidad. Es doble moral el soldado enviado a matar gente inocente por el interés de los poderosos. Es doble moral ese soldado que es admirado por defender su bandera, toda su familia está orgullosa de él pero tortura gente en las cárceles. Es doble moral ese sacerdote enviado para bendecir a las tropas, el mismo que instiga el odio para la otra religión. Es doble moral su religión, la misma que ha ocultado abusos por siglos y pretende que todo siga igual. Es doble moral la religión contraria, ésa que obliga a la mujer a taparse, pero los altos gobernantes de éstas cuentan con una vida llena de placeres. Es doble moral el sacerdote que abusó de niños, el mismo que les dio el catecismo. Es doble moral la catequista, ésa que tiene prejuicio hacia muchos: homosexual, madre soltera, alcohólico, etc. Es doble moral el líder político de la religión contraria que es aceptado por los intereses petroleros y empresariales. Es doble moral el líder europeo que lo recibe en su país con falsedades e intereses. Es doble moral el partido de derecha, el mismo que vacila al pueblo con sentimientos nacionalistas baratos. Es doble moral el partido de izquierda, con sus discursos sobre los pobres y las minorías en busca del poder. Y mucho más.
J.L. Mejía
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